Un grupo de especialistas pertenecientes a distintos centros de investigación públicos se unieron para desarrollar herramientas para el tratamiento, diagnóstico y prevención del COVID-19. Se abocan a producir y purificar una proteína que forma parte de la envoltura del virus, un insumo clave que puede ser utilizado para diversos fines. Se encuentran en la instancia en la que necesitan realizar ensayos de funcionalidad y eficacia y desde FUNDACEN se vehiculizan donaciones para apoyarlos.

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La llegada de la pandemia puso en marcha una serie de proyectos orientados a prevenir, tratar y diagnosticar el COVID-19. A los pocos días de iniciado el confinamiento, un grupo de científicos de distintas especialidades comenzó a intercambiar información sobre lo que hasta ese momento se conocía sobre las proteínas inmunogénicas del coronavirus y a preguntarse desde dónde podían aportar herramientas concretas para combatirlo.

El grupo de investigadores en biología, bioquímica y biotecnología del Instituto Milstein, el departamento de Química Biológica y el de Fisiología, Biología Molecular y Celular de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), el Instituto de Química y Fisicoquímica Biológicas de la

Crédito imagen: Paula Bassi

Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA) y de la UTN Haedo transformó ese intercambio académico en la intención de ponerse en marcha para contribuir a la construcción de aportes concretos. Para lograrlo, la clave fueron los conocimientos específicos del grupo de trabajo que decidió centrarse en la producción de una proteína que forma parte de la envoltura del coronavirus (SARS-CoV-2), denominada Spike, y de un dominio llamado RBD, que es una pequeña parte de esa proteína.

Hoy, este trabajo en conjunto continúa dando frutos «Ya tenemos purificadas las proteínas y necesitamos hacer ensayos de funcionalidad como la eficacia de ser reconocidas por sueros de convalecientes o la de generar respuesta inmune en ratón. También aumentar la cantidad que podemos producir como para suministrarles a quienes están en condiciones de fabricar kits de detección o vacunas…” señala Alejandro Nadra, investigador del CONICET y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

Pero trabajar en este contexto conlleva dificultades particulares y la velocidad para disponer de los fondos es una de ellas, las donaciones tienen la capacidad de responder a la urgencia que la hora demanda y por ello han tenido un gran valor en el avance de este proyecto «Las donaciones han sido fundamentales para poder avanzar con el trabajo. Si bien, al inicio pusimos a disposición reactivos y equipos disponibles en los laboratorios, fue necesario comprar reactivos específicos como la compra de los genes de las proteínas de SARS-Cov-2 e insumos para purificarlas” señala Nadra.

Desde FUNDACEN se canalizaron aportes por 1,25 millones de pesos para proyectos de Covid-19 y queremos seguir haciéndolo, si te interesa hacer un aporte podés hacerlo con tarjeta, transferencia o desde el exterior del país. Gracias por tu colaboración!